CISEP impulsa alternativa laboral de amas de casa de centros mineros

Con el propósito de fortalecer las capacidades de amas de casa de distritos mineros, el Centro de Investigación y Servicio Popular – CISEP viene apoyando el trabajo de las Unidades Productivas Comunitarias conocidas como UPCs,  habiéndose conformado grupos productivos en los rubros de tejido y costura, como alternativa laboral a la minería.

Este proyecto se orienta al apoyo de mujeres de centros mineros agrupadas en  UPCs y a emprendimientos individuales surgidos de los procesos de capacitación técnica, mediante el constante fortalecimiento de las capacidades de producción para la consolidación de la actividad productiva textil emprendido por las mujeres, en procura de una producción con calidad acorde a las exigencias del mercado.

El área geográfica de trabajo contempla los centros mineros de Japo, Morococala, Santa Fe, Poopó, Viluyo, Callipampa y Cotaña, lugares donde están instalados talleres de producción a cargo de las integrantes organizadas internamente mediante una directiva y teniendo un  promedio de 15 integrantes por grupo, oscilando entre las edades de 20 a 60 años, cuya formación educativa alcanza en su mayoría el nivel básico.

Cabe mencionar que lo señalado conllevó un proceso, a partir de la capacitación básica en elaboración de prendas con todas las integrantes de las UPCs, buscando diversificar la producción en el marco de un diagnóstico de los mercados en los que se pretendía incidir y tener en cuenta la demanda de otras prendas de vestir de tal manera que se incremente la producción y se logren también mayores ingresos económicos para las mujeres de las UPCs. Ligado a este proceso, también se buscaron nuevos espacios de comercialización de las prendas elaboradas por las compañeras, tal el caso de su participación en diferentes ferias municipales y/o departamentales, como EXPOTECO lográndose mayor visibilización de las mismas a partir de la característica del trabajo de “manos de mujer minera”. 

Hasta antes de la implementación del proyecto, las mujeres pasaban realizando trabajo no remunerado, como atender a sus esposos e hijos, preparar la comida, en muchos casos llevar a cabo tareas de agricultura para el autoabastecimiento, actividades invisibilizadas y/o subestimadas ocasionando baja autoestima y altos índices de violencia.  En este transitar, se avanza en función de fortalecer sus conocimientos por una parte  e ingresar al proceso de negociación y comercialización por otra, lo cual implica reencaminar algunas acciones e incidir en otras para un mayor aprovechamiento de las participantes de las UPCs. Por lo mismo, se viene trabajando en estos aspectos, donde la capacitación, las réplicas y seguimiento, se constituyen en prioridad hacia la consecución de los objetivos establecidos.

En este sentido, se les brinda la oportunidad de tener autonomía económica y a partir de ello lograr la autovaloración personal para reafirmar el derecho de la igualdad de oportunidades en su localidad y en sus vidas, marcando la ruta de una alternativa laboral de amas de casa de centros mineros.
 
//José Selaya