Fe y Alegría garantiza una educación de calidad y con valores en el contexto complejo que vive el país
24/02/2025El sistema Fe y Alegría garantiza una educación de calidad y con valores humanos, en el contexto complejo que vive actualmente Bolivia a nivel político y económico, porque considera que se trata de un pilar fundamental de la sociedad, afirmó el nuevo director nacional de esa institución, Yerko Camacho.
Camacho, que es psicólogo y pedagogo, comenzó en 1996 a trabajar en Fe y Alegría y el 7 de febrero pasado se convirtió en el primer laico en asumir el máximo cargo en los 59 años de historia de esta institución, que es una obra de la Compañía de Jesús.
“Hay muchos desafíos para abordar en un contexto complejo en el país. Es un año políticamente complejo. Económica y financieramente, también. Estamos en una situación complicada, pero la educación siempre es un baluarte y uno de los pilares fundamentales de la sociedad”, dijo el directivo.
Por esa razón, Fe y Alegría mantendrá su apuesta por ofrecer una educación verdaderamente de calidad “y dirigida a sectores históricamente vulnerables, en situación de pobreza, de exclusión”, lo cual supone “un doble esfuerzo”, agregó.
Fe y Alegría es un sistema de educación a nivel internacional creado por los jesuitas, y que actualmente cuenta con la colaboración de varias congregaciones religiosas, laicos e incluso no creyentes cristianos -en algunos países-. En Bolivia gestiona 398 centros educativos para 174.000 estudiantes y trabaja con 9.300 maestros, cuyos salarios paga el Estado al ser una institución de convenio.
Las escuelas y colegios de Fe y Alegría en los nueve departamentos de Bolivia gozan de mucho prestigio por la calidad de la educación al punto de que cada año en la temporada de inscripciones las familias se disputan las plazas existentes para sus hijos.
Pero, Fe y Alegría también dirige institutos técnicos superiores, centros de educación alternativa para adultos y para personas con discapacidad y unidades para primera infancia, entre otras.
“La educación en Fe y Alegría es sinérgica, no solo enfocada en competencias de aprendizaje, de enseñanza y laborales, sino también en el tema humano, axiológico”, resaltó Camacho.
Los estudiantes no solo tienen que saber matemáticas, lenguaje, historia y geografía y todo lo que corresponde a la malla curricular, sino que también es clave formar estudiantes con sentido crítico, analítico y reflexivo, “que sepan dialogar y tengan argumentos de debate en el marco del respeto”, sostuvo.
Los valores humano-cristianos son de vital importancia
Además, en Fe y Alegría, subrayó Camacho, “hablar de los valores humano-cristianos es de vital importancia”.
Explicó que los valores de honestidad, respeto y justicia social se promueven como pilares fundamentales.
También es esencial la educación inclusiva en un sentido amplio para personas con discapacidad en todas las unidades educativas, pero, asimismo, se práctica la inclusión con otros credos, culturas y con la diversidad, en general.
Destacó como desafíos de su gestión que esos valores humanos también lleguen a las familias de los niños, el impulso al buen uso de las tecnologías entre estudiantes y profesores, el cuidado del medioambiente y el rol coeducador de los papás y las mamás.
Otro reto clave es lograr que las 398 unidades educativas de Fe y Alegría “sean espacios sanos y seguros” para los estudiantes con la aplicación de políticas y los protocolos de protección de niños, niñas, adolescentes y adultos en situación vulnerable.
Las políticas de protección sintonizan con las del ministerio de Educación y las que ha puesto en vigor la Compañía de Jesús, y han recibido la certificación otorgada en noviembre pasado por Keeping Children Safe, especializada en el área a nivel mundial.
Además de educación, Fe y Alegría impulsa la promoción social fomentando emprendimientos para que los jóvenes tengan medios de vida, pero para cumplir con ese objetivo debe conseguir apoyos económicos o impulsar las unidades de negocio, explicó.
Como mensaje, Camacho pidió a los educadores realizar sus labores con “la mayor responsabilidad, compromiso y el mayor respeto y cariño” por los estudiantes porque sus familias están pasando complicaciones por la situación económica del país.
A los papás y mamás, pidió asumir el rol coeducativo y apoyar a los docentes en el aula; a los equipos técnicos, actualizarse con nuevos métodos y didácticas para acompañar todos los procesos formativos, y a la sociedad civil en su conjunto, mantener su apoyo para mejorar la calidad de la educación, no solo en Fe y Alegría.