Curia provincial: Jenaro Sanjinés #777, La Paz, Bolivia

Jesuitas del mundo han ingresado a una etapa clave para la elección de su nuevo líder

10/10/2016

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El trabajo avanza. Los miembros de la Congregación General (CG) 36 han ingresado a la etapa de “murmuratio” (murmuraciones en latín), a fin de elegir al nuevo Superior General.

 

Durante la primera semana de Congregación se produjo la renuncia del Padre Nicolás; luego se trabajó en grupos y se analizó el estado de la Compañía; se celebró el año de la misericordia en una eucaristía en la basílica de san Pedro; y ahora se ingresa a la semana de búsqueda de información sobre los posibles candidatos y la elección del nuevo líder.

 

¿En qué consiste esta etapa?

 

Esta etapa se realiza históricamente. San Ignacio de Loyola, fundador de la orden, propuso este método único, como un período de algunos días, durante los cuales los electores charlan entre ellos acerca de las personas que consideran que podrían llegar a ser General.

 

En el proceso de elección no hay lugar a campañas ni se proclaman candidatos, se desarrolla más bien en un clima de oración y discernimiento, es que cualquier jesuita del mundo puede ser elegido

 

Por eso no se puede hablar más que con una persona a la vez; no se pueden formar grupos de discusión, en estos momentos de intercambio de información, cada uno a su ritmo, frecuenta la capilla para rezar lo que va reteniendo de sus conversaciones.

 

Es así que los 215 Jesuitas congregados al momento en Roma ya aprovechan la etapa para murmurar e informarse sobre uno y otro compañero, para formar un concepto de quién es la persona más idónea para ser la cabeza de una de las órdenes religiosas más importantes del mundo católico. 

 

Esta etapa se vive a puertas cerradas y no se puede preguntar a los electores sobre aquello que están viviendo o intercambiando. 

 

Sin embargo, el padre Charles Chilinda, de la provincia jesuítica de Zambia-Malawi, comentó su experiencia del murmuratio de 2008 cuando se eligió al padre Nicolás como General.

 

“Entre los jesuitas presentes, yo no conocía más que a algunos miembros procedentes de África y de los Estados Unidos. Comencé a encontrarme con unos y otros delegados y en seguida sentí una gran apertura y disponibilidad. Oí hablar de jesuitas a los que no conocía pero en poco tiempo, me había podido hacer una imagen bastante clara de esos hombres. (…) Charlé con algo más de una veintena de compañeros y pasé mucho tiempo en el silencio de la oración. En ningún momento sentí que me presionaran hacia tal o cual candidato; había un fuerte clima de libertad”, recordó Chilinda. 

 

De igual manera el sacerdote José Ignacio García explicó lo que al momento se hace en la Congregación. “Analizamos nuestra situación como organización, como `cuerpo´, interconectado, mutuamente dependiente y corresponsable los unos de los otros. Miramos a nuestro entorno, pero intentamos hacerlo con mirada de misericordia, buscando allí donde sentimos con más fuerza que `el Señor trabaja´ que el reino de Dios, aunque sea muy frágilmente, trata de hacerse presente. Y desde esa mirada humilde, pero apasionada, buscamos a uno de entre nosotros para ser el nuevo General”.

 

“Buscamos a uno que sea como nosotros, porque necesitamos que comprenda nuestros cansancios, nuestras debilidades y nuestras frustraciones. Necesitamos que el General sea como nosotros para que nos entienda y pueda gobernar a jesuitas reales, no a alguien idealizado. Pero también necesitamos que sea de los mejores de nosotros, para que nos ayude a amar a los pobres, a vivir intensamente en la escucha del Espíritu y para que vigile que no nos instalemos en un rutinario conformismo que va apagando la creatividad y la ilusión”, dijo.
 

Status Societatis:

 

El Padre Arturo Peraza ha hecho énfasis en el trabajo de deliberación grupal que se realizó en días pasados sobre el contenido del documento denominado Status Societatis.

 

“Este documento es el resultado de múltiples fuentes que han servido para examinarnos como pide nuestro propio carisma. El examen es una clave de nuestro modo de ser y de proceder. Es la búsqueda permanente de la voz de Dios en los múltiples sucesos de la vida, sea para reconocer la presencia de su Espíritu que nos impulsa por el camino del seguimiento del Hijo, sea para reconocer que nos alejamos del mismo y hay temas que corregir”, dijo. 

 

Agregó que el documento trata de mirar la realidad global en la cual se desarrolla la misión de la Compañía, la situación de la Iglesia a la que se desea servir y especialmente “a nosotros mismos en cuanto a nuestra manera de vivir y ser coherentes con las llamadas recibidas a lo largo de estos años a través de las CG que nos precedieron”.

 

Detalló que para ese fin se desarrolló el trabajo en 20 grupos de aproximadamente 10 personas y que los grupos estuvieron conformados en tres tipos de idiomas inglés, español y francés. “Si algo me impacta tanto en el aula como en los grupos es la diversidad de personas que somos. (…) Aún en esas diferencias hay un sentido de identidad y misión, una búsqueda por servir al Señor en los más pobres, en las fronteras, que no deja duda de que somos un único cuerpo, aún en la diversidad”.
 

/MAMP/