La Compañía de Jesús ratifica su misión de reconciliación y justicia
27/10/2025Tras diez días de oración, conversación, reflexión y discernimiento, ha concluido la tercera Reunión de Superiores Mayores de la Compañía de Jesús.

Durante los últimos días, los líderes jesuitas han reflexionado profundamente sobre los temas que conforman la misión vital de la Compañía en la actualidad: las Preferencias Apostólicas Universales (PAU), la colaboración, la Cura Apostolica y la Cura Personalis, la protección, las estructuras de gobierno, la promoción de las vocaciones…
Aunque la Reunión de Superiores Mayores no tiene autoridad legislativa y no emite decretos, su papel sigue siendo fundamental. Ofrece un espacio para que quienes participan directamente en el gobierno de la Compañía reflexionen sobre los progresos, los retos y las oportunidades futuras a nivel mundial. Estas reuniones se celebran aproximadamente cada seis años a partir de la última Congregación General, tal y como se estipula en el decreto 23 de la Congregación General 34.
Las sesiones finales se centraron en recopilar los frutos de estas reflexiones.
Escuchar al Espíritu
El Padre General ofreció algunas observaciones finales al término de la Reunión. Señaló que los Superiores Mayores, conscientes de la responsabilidad compartida por la vida y la misión de la Compañía, se propusieron durante la Reunión “crecer como grupo capaz de discernir en común las mociones espirituales que se mueven en el cuerpo de la Compañía, en la Iglesia, en los contextos sociales y culturales en los que vivimos para realizar mejor nuestra misión de reconciliación y justicia”.
Describió el método utilizado a lo largo de la Reunión, que comenzó con dos días de retiro: escuchar presentaciones reflexivas, dedicar tiempo a la oración personal, compartir ideas en pequeños grupos y reunirse en sesiones plenarias. La Eucaristía cotidiana, añadió, “nos permitió fortalecer el lazo de una comunidad de amigos en el Señor que se reúnen en torno a su palabra y en la comunión de su cuerpo y sangre”.

Reafirmación en la misión
“Hemos recibido la confirmación de haber sido enviados en una misión de reconciliación y justicia”, dijo el P. Sosa.
Señaló que la Reunión profundizó la comprensión de las PAU como directrices clave para orientar la vida y la misión de la Compañía. Los debates también examinaron la complejidad de ponerlas en práctica en las Provincias y Regiones, especialmente en la formación y con aquellos con quienes compartimos nuestros apostolados. El P. Sosa también señaló la importancia de una “conversión personal, comunitaria e institucional continua que garantice la identidad de lo que hacemos”.
“El Santo Padre León XIV completó la confirmación de la misión, insistiendo en la centralidad de Jesús en nuestra vida-misión y enviándonos a las fronteras del servicio de la fe y la lucha por la justicia, las nuevas fronteras intelectuales y el mundo digital”, dijo el P. Sosa.
Temas importantes
El P. Sosa continuó hablando de los numerosos temas tratados durante la Reunión.
Según dijo, una parte importante de los debates se centró en la cultura del cuidado. Cuidar de quienes participan en la misión, tanto jesuitas como colaboradores, es una responsabilidad exigente pero esencial. Se identificó la formación como una preocupación clave, con un llamamiento a contar con formadores y superiores idóneos que puedan animar a las comunidades con fe y discernimiento.
También habló de la necesidad de cuidar, incluso a quienes cuidan de otros, y añadió que fomentar entornos seguros es también una dimensión de la cultura del cuidado.
El Padre General señaló que las nuevas exigencias de la misión y la evolución de la Compañía requieren reimaginar nuestros apostolados y estructuras de gobierno.
Recordó a los Superiores Mayores que la verdadera promoción vocacional comienza con la esperanza en el Señor y pidió a todos que recen fervientemente por ello. La coherencia de nuestra vida-misión con el carisma que hemos recibido, dijo, es lo que atrae y sostiene las nuevas vocaciones.
También subrayó la importancia del diálogo intergeneracional, calificándolo de tarea diaria “que permita la transmisión auténtica del carisma que hemos recibido”.
“Hemos aprendido que el verdadero discernimiento se produce cuando hablamos con libertad y escuchamos con humildad”, dijo el P. Antoine Kerhuel, Secretario General de la Compañía de Jesús. “Esta Reunión nos ha ayudado a examinar nuestra misión en el mundo como jesuitas y será fundamental para trazar nuestro camino hacia el futuro.”

Momentos especiales
Aunque cada día de la Reunión tuvo su propia importancia, algunos momentos fueron especialmente destacables. El 24 de octubre, los 100 participantes fueron recibidos en audiencia en el Vaticano por el Papa León XIV. El Santo Padre animó e interpeló a los Superiores Mayores, invitándoles a mantener su atención en Cristo mientras llevan a cabo su misión de servicio.
Otro momento destacado fue la peregrinación a través de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Jesuitas de todos los continentes caminaron en procesión, rezando y cantando juntos, mostrando la universalidad de la esperanza y la misión que todos compartimos como miembros de la Compañía de Jesús.
La tercera Reunión de Superiores Mayores concluyó con la celebración de la Eucaristía, presidida por el P. Arturo Sosa en la Iglesia del Gesù de Roma.