La Tercera Probación ha sido una experiencia enriquecedora para nuestra Provincia
10/08/2017Fui nombrado ministro de la Tercera Probación en noviembre de 2016, dos meses antes de su inicio. Personalmente, esta nueva misión fue ocasión para ejercer mi disponibilidad y prestar un servicio a la Provincia y Compañía universal, puesto que quienes participan en esta experiencia son jesuitas que vienen de distintas partes del mundo.
Como ministro principalmente me he ocupado de la logística y el orden doméstico y externo de la casa (acondicionar y proveer de todo lo necesario para el funcionamiento diario, juntamente con el personal de servicio) y colaborar en lo que el Instructor requiera.
Como ésta ha sido la primera experiencia en la provincia, y yo era el único boliviano y quien más conocía Bolivia y las distintas posibilidades apostólicas, ha supuesto contactar y organizar distintas actividades: apostolados, paseos, experiencias, viajes…
Considero que la etapa más complicada e intensa fue la de preparación de los ambientes antes del inicio de la Tercera Probación debido a que en un período de 15 días tuvimos que ambientar la casa de Retiro de El Paso para esta experiencia. Fue un trabajo titánico. Afortunadamente, muchos compañeros jesuitas y otras personas colaboraron en dicha tarea.
Otro asunto no tan fácil fue el trámite de las visas por la inexperiencia y poca claridad de la información en Migración y Conferencia Episcopal sobre el proceso a seguir para la obtención de las visas de residencia temporal.
Aunque la casa de El Paso no será la sede definitiva de la Tercera Probación, con algunas adaptaciones, se adecuó bastante bien para esta experiencia. Pero también es verdad que la lejanía a la ciudad, juntamente con los muchos perros agresivos de alrededor de la casa hizo que los tercerones tuvieran un ritmo de vida un tanto monacal.
Esta experiencia ha sido un verdadero regalo de Dios que ha significado muchas cosas:
Una ocasión de compartir la vida y vocación con otros compañeros jesuitas de distintas partes del mundo (nueve latinoamericanos y cuatro europeos).
Ser testigo, aunque un tanto de lejos, del actuar y trabajo de Dios en cada uno de los compañeros.
Aprendizaje, durante estos seis meses percibí una experiencia personal de Dios y Compañía muy honda que se transmitía, con palabras o sin ellas. Hubo muchas actitudes y gestos edificantes que se convirtieron en lecciones de vida.
Experiencia de amistad con compañeros de otras provincias; Caer en la cuenta, una vez más, lo generoso y acogedores que son los compañeros jesuitas de la provincia.
Además, creo que Bolivia con toda su riqueza cultural, eclesial y legado jesuítico puede ofrecer y favorecer a los “tercerones”, en esta “escuela del afecto”, un encuentro profundo con Dios desde esta Compañía y realidad tan rica y empobrecida a la vez. Confiamos que el Señor seguirá siendo propicio en Bolivia, como lo ha sido en esta primera Tercera Probación.
Edil Calero, SJ
Ministro de la Tercera Probación