Tercera Probación: No es llevarte al límite, sino tener la posibilidad de revisar cosas
10/08/2017Estos seis meses me han permitido descubrir el sentido universal de la Compañía, que es Dios que va llamando, y eso requiere que uno se disponga para ser libre y moverse. Una de las preguntas que para mí salen en esta Tercera Probación es: ¿qué tan libre estaría? Creo que no sería fácil.
Esto está hecho para probar al ser humano y la Probación no es llevarte al límite, sino tener la posibilidad de revisar cosas. Ciertamente, los ejercicios espirituales han sido una experiencia profunda y dura, dura porque ponerse de frente a Dios y sentirse todavía que a veces le toma uno el pelo en la centralidad de la vida, duele.
Cada etapa de la Tercera Probación fue trayendo elementos fundamentales a mociones de mi vida, a mociones de no perder la libertad, en no perder la disponibilidad. En ciertamente, Jesús como el centro de la vida, entonces, eso requiere que el ser humano no se quede quieto, y a veces nosotros estamos 6, 7 o 8 años en una misma obra y la idea es cómo no perder esa disponibilidad de espíritu , entonces yo creo que cada etapa ha tenido su riqueza y su exigencia .
Mensaje para los próximos tercerones
“Grande ánimo y liberalidad”, dice Ignacio de Loyola. Vívanlo. Creo que Bolivia tiene mucho que ofrecerle, como país, como Provincia y como cultura. Creo que está muy bien y, lo segundo, es aunque nuestras vidas son muy afanadas, tómese el tiempo para empezar a relentizar la vida antes de llegar. Yo les recomendaría que por lo menos una semana antes empiece a bajarse a desmontarse (de su trabajo) y, por último, si fuera posible que llegara uno sin misión.
Me costó mucho cortar mi misión porque yo seguiré a cargo, si no pasa nada raro, entonces, pediría a los provinciales salir sin misión, si uno sigue responsable de alguna manera aún quiere saber qué está pasando.
Entonces, si los provinciales podrían ayudar a uno en eso se lo agradecería. Qué ojalá uno viniera sin un futuro ya definido, sino con la esperanza de ver lo que venga de Dios.
Rodolfo Abello, SJ
(Colombia)